“Uno de los elementos principales de la asistencia sanitaria es el diálogo, la empatía con el paciente. No es nada fácil porque hay que valorar, en primer lugar, lo que él nos relata. Cada enfermo cuenta su experiencia de una manera muy distinta y cada médico tiene que interpretarlo y ayudar al paciente a narrar su dolencia, su padecimiento y su sufrimiento”. Así comenzaba Miguel Carrero, presidente del Grupo PSN su intervención en el debate organizado por Redacción Médica que llevaba por título Enfermos vs enfermedades.
El encuentro contó con la presencia de Julio Ancochea, jefe de Neumología del Hospital de La Princesa; Miguel Carrero, presidente del Grupo PSN; Julio Bobes, presidente de la Real Academia de Medicina de Asturias y Esteban Imaz, secretario del Consejo de Administración del Grupo PSN. El foro tenía como objetivo debatir sobre la importancia de la relación médico-paciente y los ingredientes que la hacen posible: confianza, comunicación, diálogo y empatía.
En este sentido, Carrero destacó la importancia del conocimiento del paciente como arma terapéutica, dejando claro que los profesionales sanitarios no deberían descuidar la esfera emocional y humana del paciente. Además, explicó como la mediatización económica, política y de los contextos sociales desvirtúa la libertad profesional para atender de una manera más integral al paciente. “Si le restamos esa libertad, el médico no puede actuar con la celeridad y con la entrega que quisiese. Entonces surgen cuestiones numéricas como las listas de espera. Y un médico no puede ver una lista de espera de 3 meses sin que se le rasguen las entrañas porque sabemos que en ellas hay enfermos que necesitarían asistencia urgente” —subrayó Carrero.
El presidente del Grupo PSN también quiso explicar que otro de los asuntos que ha deteriorado mucho el sistema es la pérdida del médico de cabecera. “Se ha pasado a formar equipos multidisciplinares donde la despersonalización es la norma. Hoy atiende uno al paciente y mañana, otro. Así no se puede empatizar con el enfermo. No se puede preocupar de él. No se puede pelear para que sea visto al día siguiente. Antes, lo hacía el médico de cabecera. Hoy es imposible. El contexto de organización lo impide totalmente” —recalcó.
En la misma línea, Julio Ancochea habló de la importancia de los planes de humanización e insistió en la necesidad de llevarlos a la práctica: “Yo siempre les digo a mis residentes que hacer es la mejor manera de decir. Y para desarrollar planes de humanización, se necesita un cambio de mentalidad por parte de los gestores, de los profesionales e incluso de los propios pacientes y asociaciones” —matizó Ancochea.
Además, el jefe de Neumología del Hospital de La Princesa hizo hincapié en que “fallamos en lo más elemental, en la comunicación médico-paciente. No miramos a los ojos al paciente”. También recomendó mejorar el diálogo para generar confianza porque “la relación médico-paciente tiene que ser una relación de confianza y la confianza mueve al mundo”.
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