Dolores Sánchez es Psicóloga Clínica. Confiesa que uno de sus mantras en su ejercicio profesional es escuchar a sus pacientes y ayudarlos a superar sus problemas por ellos mismos. Esta es la filosofía que lleva aplicando más de 20 años en su consulta privada, en Almería, que lleva su nombre. En esta entrevista habla de cómo la crisis sanitaria del Coronavirus y el confinamiento puede provocar trastornos de ansiedad en la población.
¿Qué es la ansiedad?
Es un mecanismo humano que sirve para que las personas sean capaces de adaptarse al medio. Les ayuda a avanzar y además de conseguir metas y objetivos. Por eso, la ansiedad no necesariamente es negativa.
Si la ansiedad mantiene al individuo en un estado de alerta prolongado, sin justificación, puede llegar a causarle problemas. Esta ansiedad negativa, se caracteriza por sentimientos de malestar, preocupación excesiva, hipervigilancia, temor o inseguridad. Puede llevar a las personas a perder el control y hacer que experimenten ciertos cambios fisiológicos: falta de respiración, temblores…
¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
A veces, determinamos estímulos externos pueden llegar a causar a las personas ansiedad negativa: un incendio o el confinamiento a causa del Coronavirus. En otras ocasiones, son estímulos internos. En ocasiones, determinadas personas, por cuestiones hereditarias o por el mero aprendizaje, son más vulnerables ya que les dan a los acontecimientos una importancia sobredimensionada.
¿Por qué el confinamiento por el Coronavirus causa ansiedad?
Es una circunstancia externa. El virus no es visible y produce un estado continuo de alerta. Este hecho, puede generar muchísima indefensión y, en ocasiones, reacciones exageradas. Influye también que no se sabe hasta cuándo se va a mantener esta situación, lo que produce incertidumbre. Además, el miedo al contagio por Coronavirus produce ansiedad y el confinamiento la aumenta.
¿Cómo reconocer la ansiedad?
Las personas que tienen ansiedad no necesariamente identifican el trastorno. Lo que les ocurrirá es que se encontrarán mal. La ansiedad es relativamente fácil de solucionar, pero es desagradable de padecer. Este trastorno limita a la persona y la atrapa. De pronto, el individuo siente que no es capaz de hacer nada. Puede sufrir problemas de concentración, de memoria, apatía, cansancio, agotamiento mental e incluso dolores musculares.
Si la angustia supera a la persona, se recomienda acudir tienes a los profesionales sanitarios. A veces, el problema de ansiedad se puede solucionar cambiando actitudes y pensamientos. En otras ocasiones, se necesita apoyo médico y tratamiento farmacológico.
¿Qué debemos hacer para prevenir la ansiedad que pueda surgir en el confinamiento?
Es necesario desconectar, de vez en cuando de la información, evitando así obsesionarnos con las noticias de contagios y fallecidos. También se recomienda mantener unos horarios y unas rutinas.
Es importante que, ante esta situación, las personas se permitan pasar un mal día. Ya son muchos días los que la población española está confinada y, en ocasiones, las emociones son difíciles de gestionar. Influye mucho la forma en la que el individuo tiene que abordar los problemas. A las personas, nos afectan las cosas de forma diferente.
¿Pueden las personas tener secuelas tras el confinamiento y la crisis del Coronavirus? ¿Cuáles?
Probablemente muchas personas, después del confinamiento y del estado de alarma, desarrollen problemas de ansiedad. Estamos en una situación de estrés sostenido y eso, a la larga, siempre termina produciendo problemas de ansiedad. Además, pueden despertarse trastornos obsesivo-compulsivos (con la limpieza, por ejemplo) o fobias.
Es especialmente preocupante los ancianos que están solos. El aislamiento puede producir un avance más rápido del deterioro cognitivo y de su orientación espacio-temporal. Por eso, es muy recomendable que sus familiares estén muy pendientes de ellos por si llegan a perder el contacto con la realidad.
Y respuesto a su trayectoria profesional, ¿la Psicología ha sido vocacional para usted?
Sí. Me gusta escuchar, no pensar por los demás y ayudar a las personas. Nunca me he arrepentido de estudiar ni de ejercer la Psicología.
¿Qué momentos son más difíciles en su profesión?
Aquellos en los que no encuentras la forma de motivar a la persona para hacer un cambio. A veces, no existe feeling entre médico y paciente. Otras veces no eres capaz de ayudarle a que resuelva su problema.
¿Cuáles son los momentos más gratificantes?
El momento más gratificante es cuando ves que han logrado mejorar, que han conseguido mejorar su vida y resolver sus problemas.
Forma parte de la Red Sanitaria de Salup, ¿qué le parece este proyecto impulsado por el Grupo PSN?
Me gusta la filosofía de Salup porque está centrada en el paciente. Me parece esencial buscar la reconexión con la salud integral de los pacientes, a través de los programas de salud y de la figura del Médico Personal. Es necesario recuperar aquellas cosas que funcionaban.
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