null Tejero-Garcés: “La apnea es una parada respiratoria en la que cesa la oxigenación del organismo”

Tejero-Garcés: “La apnea es una parada respiratoria en la que cesa la oxigenación del organismo”

Gloria Tejero-Garcés es especialista en Otorrinolaringología. Confiesa ser perfeccionista y perseverante a la hora de llegar al diagnóstico adecuado. Cada día, en su consulta Tejero-Garcés Otorrinolaringología (Zaragoza) intenta mejorar la calidad de vida de los pacientes a los que asiste. En esta entrevista habla de la apnea del sueño, de sus causas, síntomas y tratamientos posibles.

¿Qué es la apnea del sueño?

Una apnea se define como una parada respiratoria. Es un cese completo del flujo respiratorio durante al menos 10 segundos. Puede ser un cese completo (apnea) o incompleto (hipopnea) pero ambas son patológicas. El Síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS) es un conjunto de síntomas y signos que derivan fundamentalmente de esas paradas respiratorias mientras dormimos.

¿Qué produce la apnea del sueño?

El origen del SAHS es el colapso de la vía aérea superior. Puede ser por debilidad de la musculatura faríngea o por causas obstructivas: tabique desviado, vegetaciones o amígdalas grandes… Además, existen factores de riesgo como son la obesidad, ser fumador, beber alcohol de forma habitual, tomar relajantes musculares o benzodiacepinas para dormir.

¿Cuáles son los síntomas de la apnea del sueño?

La triada clásica del SAHS son los ronquidos nocturnos, las pausas respiratorias observadas por la pareja y una excesiva somnolencia diurna. En pacientes que duermen solos, la sospecha es más difícil. No consiguen saber si hacen apneas o no. Suelen acudir a consulta con otros síntomas asociados: su sueño no es reparador, tienen dolores de cabeza por la mañana, se levantan cansados, tienen déficit de atención…

¿Qué ocurre si no se trata la apnea del sueño?

La apnea es una parada respiratoria en la que cesa la oxigenación del organismo. No llega oxígeno a nivel cerebral, cardiaco… Esta falta, repetida muchas veces durante todas las horas de sueño generan, a largo plazo, secuelas cardiovasculares (pacientes con arritmias, hipertensión…), alteraciones neurológicas (personas que piensan más lento, con déficit de atención…), variaciones metabólicas, diabetes… Las secuelas son importantes, potencialmente graves y es necesario un diagnóstico precoz para un adecuado tratamiento.

He visto pacientes en la consulta que saben que roncan mucho con posibles apneas y no son conscientes de las secuelas que pueden tener. A veces, llevan ya tratamiento para la tensión o para una arritmia cardiaca y no se han dado cuenta de que el origen de todo son las apneas. Llevan tratamiento para todas las secuelas, pero no han llegado al origen del problema.

¿Cómo se detecta el síndrome de apnea del sueño?

En el diagnóstico de este síndrome estamos involucrados muchos médicos, pero ante la sospecha de un SAHS, es muy importante que un otorrinolaringólogo realice la exploración de la vía aérea superior, pues los hallazgos condicionan el tratamiento.

El diagnóstico de sospecha lo puede realizar un médico de cabecera, gracias a los síntomas y signos descritos por el paciente, mientras que el diagnóstico de certeza se consigue con un estudio de sueño, prueba realizada por los neurofisiólogos que debe ser solicitada por un especialista, bien un otorrinolaringólogo o bien un neumólogo.

Los estudios de sueño más fiables son la polisomnografía nocturna y la poligrafía cardiorrespiratoria. En ellos se pretende medir una serie de parámetros para ver si el paciente está haciendo apneas o no, de qué tipo son y si corresponden al tipo obstructivo para llevar a un diagnóstico de SAHS. En función del número de apneas y de hipopneas, se establece el índice IAH que ayuda a clasificar el grado de severidad del Síndrome de apnea-hipopnea del sueño.

¿Cuál es el tratamiento para la apnea del sueño?

El tratamiento de la apnea del sueño es individualizado y multidisciplinar, en función del IAH, de la exploración física, etc. El paciente puede necesitar un endocrino si es obeso; un neumólogo para ponerle CPAP, dispositivo que introduce aire a presión para mantener abierta la vía aérea superior; un otorrinolaringólogo para intervenirle quirúrgicamente y quitar cualquier anomalía obstructiva; un dentista o maxilofacial para tratar una retrognatia (una mandíbula con retroceso) si es la causante de la obstrucción de la vía aérea.... Por eso, es necesario una coordinación adecuada entre todos los especialistas.  

¿Ha sido la Medicina algo vocacional para usted?

Tanto mi madre como mi padre se han dedicado a la rama sanitaria. Creo que eso me influyó porque, desde que era pequeña, he admirado su trabajo. Por suerte, la carrera de Medicina me encantó y disfruto del día a día de mi profesión.

¿Por qué esta especialidad?

Mi padre es otorrinolaringólogo y eso contribuyó a que yo también eligiera la misma especialidad. Estaba entre mis especialidades favoritas y además me atraía mucho poder llegar a trabajar con mi padre algún día.

Esta especialidad es amplia y muy variada ya que abarca patologías tan diferentes como las alteraciones de la voz, del equilibrio, patología tumoral… Me gusta que tenga clínica y parte quirúrgica, tanto microcirugía como macrocirugía.

¿Cuáles son los momentos más difíciles en la profesión Médica?

Tratar con casos oncológicos es siempre duro. Cuando propones un tratamiento y no es efectivo puede llegar a ser frustrante. Dar malas noticias pueden convertirse también en un momento difícil. Sufres e intentas orientarlo de forma positiva. Le transmites al paciente que vas a intentar buscar una solución. Me gusta que mis pacientes se vayan con la sensación de que hay esperanza. El estado de ánimo y la manera de afrontar las enfermedades, especialmente las oncológicas, influye muchísimo en la evolución.

Otro momento difícil es encontrarte casos en los que tardas en poner un tratamiento adecuado porque aún no has llegado a un correcto diagnóstico, especialmente cuando ves que el paciente lo está pasando mal. En muchos casos, me llevo el trabajo a casa y le doy vueltas al diagnóstico. Puede ser desesperante

¿Y los momentos más gratificantes?

El momento más gratificante es cuando consigues mejorar la calidad de vida del paciente, aunque no llegues a curarlo por completo. Cuando son patologías crónicas, intentas explicarle al paciente como puede convivir con ella e intentas darles pautas para que mejore su día a día. Y el paciente te lo agradece.

Forma parte de la Red Sanitaria de Salup. ¿Qué le atrajo de este proyecto?

Me gusta la importancia que se le da en Salup al médico de Atención Primaria. Me parece de gran utilidad que coordine y guíe al paciente. También me parece relevante la Historia Clínica Electrónica que ofrece Salup: todo está informatizado, puedes ver la evolución del paciente y otras enfermedades que pueda tener. Eso te permite tener una visión más integral.

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