El pasado 13 de marzo, el Gobierno de España decretaba el estado de alarma durante 15 días por la pandemia del COVID-19. Se trata de una emergencia sanitaria, social y económica producida por el SARS-CoV-2, un nuevo tipo de coronavirus que afecta a las personas y que se manifestó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, China.
Aunque todavía existen muchas cuestiones que se desconocen en relación con el COVID-19, las autoridades sanitarias advierten que los síntomas más comunes incluyen cuadros de fiebre y tos, así como la sensación de falta de aire. Subrayan también que, en algunos casos, pueden presentarse síntomas digestivos como diarrea y dolor abdominal.
Si bien es cierto que la mayoría de los casos parecen cursar síntomas leves, existen grupos de población con un mayor riesgo ante el coronavirus: personas de edad avanzada o que padecen enfermedades crónicas como patologías cardiovasculares, diabetes, EPOC, hipertensión, inmunodeficiencias o enfermedades oncológicas.
De esta forma, el diagnóstico precoz de los casos sospechosos de COVID-19 juega un papel clave en la actuación de los servicios sanitarios, además de conocer la historia clínica y las posibles patologías de base que pueda tener el paciente.
Por eso, uno de los pilares del modelo de Salup es la Historia Personal de Salud, cuya filosofía no es otra que facilitar, mediante la tecnología, que el paciente tenga toda su información de salud actualizada para que los profesionales sanitarios puedan tener una visión integral de la persona en el menor tiempo posible.
El modelo de Salup está concebido para que el paciente tenga su historial médico actualizado y disponible, tanto para el paciente como para los equipos profesionales, ya que la información de todos los servicios médicos prestados por Salup se integran de manera automática en su Historia Personal de Salud: informes médicos, tratamientos activos y pasados, prescripciones, información sobre diagnósticos…
En definitiva, ante el coronavirus o cualquier urgencia médica, el tiempo y la información son variables que facilitan el día a día, tanto a pacientes como a profesionales sanitarios.
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