José Ángel Espinosa es médico especialista en Ginecología y Obstetricia. Cuenta que está enamorado de su profesión y que no se ve haciendo otra cosa. Dirige la Unidad de Parto Afectivo en el Hospital San Francisco de Asís donde intenta conocer las expectativas de cada mujer respecto a la maternidad e intenta cumplirlas en un entorno amable. En esta entrevista responde las dudas más frecuentes del embarazo y del parto.
¿Cuáles son los síntomas de un embarazo en los primeros días?
Los primeros días de embarazo, la mujer puede notar síntomas diversos: náuseas, vómitos, cansancio, sueño… Algunas pacientes refieren más salivación y otras tienen la boca seca. También está documentado dolor en la pelvis, del estilo a una regla porque el útero se está expandiendo. Se estira mucho, especialmente en las primerizas y suele molestar.
¿Cuándo debe acudir al ginecólogo por primera vez?
La primera visita al ginecólogo suele recomendarse cuando se tienen 10-14 días de falta de regla. Ya se observa latido, cuantos bebés vienen… Además, en esta visita, ya se puede establecer una referencia cronológica ajustada a su embarazo.
¿Cuáles son los hitos y visitas obligatorias al ginecólogo en el embarazo?
Existen una serie de pruebas ecográficas que es necesario hacer en un momento determinado:
- Ecografía de las 12 semanas: En ella se mide la nuca al feto para conocer el riesgo de que tenga síndrome de Down.
- Ecografía de las 20 semanas: Se observa si existe alguna malformación importante.
- Ecografía del tercer trimestre: Es importante para saber cómo crece el bebé.
Las consultas del seguimiento del embarazo también son importantes ya que se mide el peso, la tensión, se llevan a cabo analíticas en la semana 9, 24 y 35. Y, a partir de la semana 39-40 empiezan los monitores de control.
¿Cuáles son los cuidados de salud que tiene que tener en cuenta la mujer durante el embarazo?
La mujer embarazada tiene que llevar una vida sana y ser cuidadosa con la alimentación, teniendo en cuenta las limitaciones correspondientes respecto al toxoplasma, a la listeria… Siempre recomendamos seguir una dieta mediterránea intentando evitar la ingesta de excesivos hidratos de carbono ya que le puede producir una diabetes gestacional.
Esto se produce porque en el embarazo, la gestante es más proclive a la diabetes tipo 2, ya que la sobrecarga metabólica a la que está sometida hace que aumente la resistencia a la insulina. Además, parece que el cuerpo le demanda hidratos de carbono, pero lo que realmente necesita son proteínas. Si la alimentación de la embarazada está desequilibrada a favor de los hidratos de carbono, además de aumentar el riesgo de una diabetes gestacional, no va a estar bien nutrida porque el feto está en ventaja metabólica con respecto a la madre y absorbe todo lo que necesita.
¿Cuáles son los riesgos para el feto de desarrollar una diabetes gestacional?
Desarrollar diabetes gestacional en el embarazo puede producir que el bebé sea grande y está haciendo, en su metabolismo, una impronta para que, en el futuro, pueda desarrollar obesidad, diabetes, síndrome hipermetabólico o hipertensión. Si es niña, podrá tener más riesgo de desarrollar un síndrome de ovario poliquístico. Por eso, le pedimos a la madre que se responsabilice de controlar su metabolismo en el embarazo porque está improntando a su bebé para el futuro.
¿Cuánto peso es recomendable ganar en el embarazo?
Se recomienda ganar entre 800 gramos y 1200 gramos al mes. También es importante que la mujer comience el embarazo con un peso adecuado.
¿Hasta qué edad creé que las mujeres pueden quedarse embarazadas sin riesgos de anomalías genéticas para su hijo?
A nivel genético y cromosómico, la edad de la madre hace que crezca progresivamente el riesgo. Lo que sucede es que, ahora mismo, socioeconómicamente es difícil que una mujer se quede embarazada a los 25 años, que sería lo ideal.
Además, a partir de los 35 años la fertilidad empieza a decaer y a partir de los 40 baja en picado. Entonces, a las madres con una edad avanzada les va a costar más quedarse embarazadas y cuando lo logran, es un embarazo de más riesgo.
Más allá de los riesgos genéticos y cromosómicos, existen otros riesgos cuando las madres tienen más de 35 años: preeclampsia, hipertensión, trombosis…
¿Pueden utilizarse fármacos en el embarazo?
Algunos pueden utilizarse y otros no. El paracetamol, por ejemplo, se puede usar sin riesgo durante todo el embarazo y, desde la semana 14 a la 32, la gestante puede utilizar determinados antinflamatorios, pero es importante consultar al médico.
¿Cuáles son los signos y síntomas de alarma durante el embarazo?
Durante todo el embarazo, todo lo que sea sangrado es una señal de alarma, por lo que es necesario acudir al hospital. También lo es si se pierde líquido o la gestante siente dolores muy intensos.
A la hora de elegir hospital para el parto, ¿en qué deben fijarse las mujeres embarazadas?
Los padres que esperan un bebé suelen ser muy estrictos con que el hospital disponga de una UCI neonatal, de adultos y banco de sangre ya que la obstetricia puede tener emergencias que precise todos estos medios. Además, suelen preguntar por la tasa de cesáreas y de episiotomías.
¿Cuándo acudir al hospital para el parto?
Recomendamos acudir rápidamente al hospital si la gestante rompe aguas y dichas aguas están teñidas de verde. Si es líquido es claro, podría esperar todavía algo de tiempo en casa.
La embarazada también debe acudir al hospital si nota una contracción dolorosa cada 5 minutos, al menos durante una hora, es decir, 12 contracciones durante al menos 1 hora. También se le pondrá la tripa dura. Las pérdidas de sangre similares a las que la mujer puede tener durante la regla también son un motivo para acudir al hospital.
¿Es posible un parto sin dolor?
Sí, aunque una mujer con dolor pare mucho mejor que una mujer sin dolor, ya que va a ayudar más en el parto. La embarazada que tiene una ausencia total del dolor no nota la sensación de pujo. Sin sensibilidad, no va a tener ningún tipo de información de cuando hay que empujar.
De hecho, si la epidural es muy marcada aumenta el riesgo de parto instrumental fórceps, ventosa, de posiciones anómalas en la cabeza del bebé… Creo que, en los últimos momentos del parto, es importante que la paciente sienta algo para que contribuya empujando. Un dolor que no sea incómodo pero que le permita tener el control.
¿Cuáles son los riesgos de ese apoyo instrumental?
El fórceps y la ventosa entrañan más riesgos para el suelo pélvico de la madre. Esas mujeres van a tener más lesiones y desgarros del suelo pélvico, y probablemente más necesidades de episiotomía. Es más raro hacerle daño al niño con el apoyo instrumental.
Por otro lado, la episiotomía tiene que estar muy justificada. Hasta que no está saliendo la cabeza del bebé, no podemos saber si hará falta, pero nuestro objetivo es evitarla, incluso con fórceps y ventosa. Eso sí, si nos encontramos ante el riesgo de un estallido vaginal, entonces hacemos un corte controlado. Pero si vemos que hay posibilidad de que salga sin estallido, se evita.
¿Hay formas de preparar el suelo pélvico para el parto?
Sí. A partir de la semana 34 la gestante tiene mucho trabajo por delante para fortalecer su suelo pélvico. Desde un masaje perineal que contribuye a tener esta zona más elástica al EPI·NO, una bola con un manguito de tensión que se hincha dentro de la vagina.
¿Qué determina si el parto es natural o por cesárea? ¿Cuáles son las consecuencias?
A mi equipo le pido que no haya cesáreas de difícil justificación. Se llevan a cabo si existen una serie de condiciones que vienen dadas por una serie de protocolos asistenciales, tanto internacionales como españoles.
Está claro que el parto natural es la manera fisiológica de expulsar a un bebé. La principal ventaja es que la madre no tenga una cirugía que no sea necesaria. La cesárea tiene mucho riesgo porque es una cirugía abierta en un órgano que está muy vascularizado. Tras la intervención, probablemente sangre mucho y, en ocasiones es difícil de lograr que se contraiga después de la expulsión del bebé para conseguir cerrar todos los vasos sanguíneos y contener la hemorragia.
De hecho, la principal causa de la mortalidad de la mujer en el mundo, en el contexto internacional, es la hemorragia postparto. Es el momento más peligroso del parto para la mujer, una vez que haya salido el bebé.
La cesárea también puede tener unas complicaciones postquirúrgicas. Se pueden lesionar órganos al llevar a cabo la intervención y es una cicatriz que se puede abrir en el futuro.
En definitiva, siempre va a ser más recomendable un parto vaginal, aunque el suelo pélvico se deteriore más. El bebé, al salir por la vagina expulsa el líquido que tiene en los pulmones. Al sacarlo por cesárea no, por lo que sería necesario aspirar este líquido, sacarlo de los pulmones y, en ocasiones, cuesta que esos niños se reanimen.
¿Por qué se produce la depresión postparto?
Existen dos tipos de depresión postparto:
- La verdadera depresión postparto, que ocurre a los 6 meses del parto y es una depresión mayor. Se produce en chicas que no ven ni solución ni salida. Suele darse en mujeres con antecedentes psiquiátricos: anorexia, bulimia, depresión, psicosis…
- La melancolía postparto o babyblues, denominada, en ocasiones, erróneamente depresión postparto. Se da en el 80% de las mujeres, pero no es una depresión al uso. En realidad, es un agobio por la situación. De repente, no duermes, el niño está llorando, no se coge al pecho… Por eso, es tan importante que la matrona apoye en la lactancia y en otros ámbitos.
¿Es tan compleja la lactancia?
En algunos casos la lactancia puede ser difícil y otras veces algo instintivo. Algunos recién nacidos, en el propio paritorio, buscan el pecho y se ponen a lactar. Otros niños que pueden tener frenillo, con formas de paladar complejas o madres con formas de pezón difíciles pueden complicar la lactancia. Con apoyo y formación, se puede conseguir una lactancia satisfactoria.
Además, el contacto piel con piel favorece que a la madre le suba la leche y el amamantar al bebé hace que el útero se contraiga mejor. Es una medida que aplicamos para evitar el sangrado postparto. Respecto al tiempo, lo ideal es dar el pecho durante al menos 6 meses.
¿Ha sido la Medicina algo vocacional para usted?
Sí. Soy el único médico de la familia. Lo tenía muy claro desde pequeño. Quería, además, una especialidad médico-quirúrgica porque en las especialidades quirúrgicas tienes poco trato con el paciente y en las especialidades médicas tienes trato con el paciente, pero no haces intervenciones en quirófano. A mi me gustaban las dos cosas. Ginecología y Obstetricia es muy completa.
¿Cuáles son los momentos más difíciles en la profesión Médica?
Es un momento difícil cuando le tienes que comunicar a una paciente que tiene un cáncer o, en una ecografía, cuando observas una malformación en el feto. También son situaciones complicadas de gestionar cuando un parto sale mal, porque a veces, a pesar de tenerlo todo controlado, los resultados no son buenos.
Creo que es muy importante ser empático, objetivo y cariñoso. También hay que saber comunicar la información.
Y, ¿cuáles son los momentos más gratificantes?
Te vas del hospital muy contento cuando un parto complicado sale estupendamente o cuando no has hecho una episiotomía cuando nace un niño grande.
Forma parte del Cuadro Médico de Salup. ¿Qué le atrajo de este proyecto? ¿Es necesario un modelo así? ¿Por qué?
Me gusta que Salup se haya propuesto dignificar la profesión médica. Creo que era necesario. También me gusta su apuesta por la calidad de los profesionales sanitarios.
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