Jaime Vázquez Echarri es especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo. Apasionado de su labor en el quirófano, cree firmemente en que una cirugía bien hecha resuelve los problemas médicos de las personas que lo necesitan. Esta es la filosofía que les traslada a sus pacientes en la Clínica Médico-Quirúrgica Rokava, en Madrid. En esta entrevista habla de la cirugía bariátrica para mejorar la calidad de vida de las personas obesas y de las intervenciones metabólicas para ayudar a los enfermos diabéticos a llevar un mejor control de la patología.
¿Qué es la obesidad?
La obesidad es un trastorno caracterizado por una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. Se basa en parámetros cuantitativos en los que se relaciona peso-talla para establecer si el paciente está normosómico, con sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida o patológica.
La obesidad es una epidemia del mundo occidental debido a que comemos mucho, mal y tenemos accesibilidad a cualquier alimento altamente calórico.
¿Qué riesgos conlleva la obesidad?
La obesidad conlleva un impacto en la salud similar al que puede producir el tabaquismo. Provoca una disminución de la esperanza de vida de las personas obesas aproximadamente de un tercio con respecto a la población general. También ocasiona comorbilidades secundarias a la obesidad: metabólicas (diabetes), cardiacas (la hipertensión), osteoarticulares (artrosis)…
Existe un abanico de situaciones que derivan de la obesidad patológica que también terminan produciendo una disminución y un impacto en la esperanza de vida de la persona. Bien es cierto que existe otra obesidad que no es tan lesiva, desde el punto de vista sanitario que sí puede serlo desde el enfoque anímico, imagen corporal, autoestima…
¿Cómo se trata la obesidad?
El tratamiento de la obesidad tiene múltiples abordajes: alimentación, ejercicio físico, tratamiento farmacológico y psicológico. Para aquellos pacientes en los que un cambio de estilo de vida no es suficiente, se recurre a la cirugía bariátrica.
¿Qué es la cirugía bariátrica?
La cirugía bariátrica se realiza en las personas en las que es imposible perder peso. Es muy difícil mantener continuamente una dieta alimenticia. Si los hábitos dietéticos fueran susceptibles de cambiarse de forma permanente, la solución sería reprogramar su dieta y la persona perdería peso. A más obesidad, más dificultad para perder peso.
Lo que intenta la cirugía bariátrica es disminuir la capacidad de ingesta del paciente y que, además, no absorba todo lo que coma. De esta forma, el paciente irá bajando de peso y esta pérdida será estable, mantenida a lo largo de los años, con sus fluctuaciones.
¿Cuándo está indicada la cirugía bariátrica?
Está indicada si tiene un IMC por encima de 40 o 35 con comorbilidades: hipertensión, diabetes… Considero que también es recomendable en personas con un IMC entre 30-35% sin comorbilidades pero con trastornos de imagen corporal o de adaptación social. En estos pacientes, tiene unos resultados muy importantes en su calidad de vida una vez que pierden peso: mejora su autoestima, sus relaciones sociales y se encuentran más satisfechos consigo mismos.
¿Qué tipos de cirugía bariátrica existen?
Con la cirugía bariátrica, se va buscando la cirugía menos agresiva, pero con la mayor eficacia. A día de hoy, existen 3 tipos de cirugías bariátricas que se clasifican en:
-
Cirugía restrictiva: Disminuye la capacidad del estómago para ingerir alimentos, mediante cortes, colocación de bandas, balones gástricos…
-
Cirugía malabsortiva: Se lleva a cabo un baypass para que no se absorban los principios. Con esta intervención, se logran unas grandes pérdidas de peso, pero a expensas de unos trastornos metabólicos importantes. Algunos cirujano -entre los que me encuentro- no son partidarios de llevar a cabo esta cirugía por las consecuencias que puede producir. Poco a poco se han ido desarrollando técnicas más eficaces y menos agresivas.
-
Cirugía mixta: El baypass gástrico es, por excelencia, la técnica mixta. Restringe mucho el estómago funcional y el paciente no puede comer en exceso porque se llena. Al mismo tiempo, se “baypassea” un segmento de entre 1 y 2 metros de intestino delgado por el cuál se deja de absorber nutrientes. Con esta intervención, se intenta que la mezcla de alimento con los jugos digestivos pancreático, biliar y gástrico se realice a más distancia por lo que hay menos recorrido de intestino en el que se pueda absorber los nutrientes. Es una técnica útil, que se convirtió en el “gold standard” hasta hace poco.
A día de hoy, la gastrectomía vertical está acaparando cada vez más pacientes. Es más sencilla de realizar, tiene menos riesgos y se están obteniendo resultados muy similares. La tendencia natural en la cirugía bariátrica es encontrar el tipo de cirugía que, con el menos riesgo posible, logre que el paciente pierda de forma mantenida peso y lo mantenga.
¿Cuáles son los resultados de la cirugía bariátrica?
Se consideran resultados de éxito cuando la persona a la que se ha intervenido vuelve a índices de masa corporal por debajo de 30 en un periodo de tiempo de 10 años. También se considera una cirugía satisfactoria cuando la persona pierde aproximadamente un 60-70% del sobrepeso, es decir, la cantidad de peso que le sobra teniendo como referencia su peso ideal. También es importante que tenga una reducción de las comorbilidades. Una vez que ha perdido peso, necesitará menos medicación para su hipertensión y su diabetes será más controlable.
¿Qué riesgos existen con la cirugía bariátrica?
Cada cirugía entraña sus riesgos determinados. En este tipo de intervenciones, se seccionan vísceras huecas, se ponen grapas, se lleva a cabo una anastomosis de un trozo de estómago con el intestino… inevitablemente se generan puntos de debilidad en los que pueden suceder problemas.
Estas cirugías conllevan una morbilidad y una mortalidad aunque hablamos de mortalidades por debajo del 1%, pero existen. Estos casos de mortalidad coinciden con personas que tienen un mal estado basal antes de la cirugía.
El sobrepeso y la obesidad incrementan el riesgo de que una persona adquiera diabetes tipo 2. ¿Puede la cirugía metabólica resolver esta patología?
Es difícil de aseverar que la cirugía metabólica (técnicas de cirugía bariátrica aplicadas en pacientes con enfermedad metabólica de difícil manejo) tenga su efecto por sí misma, o por la pérdida de peso que genera en el paciente.
El paciente que se somete a una cirugía de estas características, aunque tenga un IMC menor a 30, perderá peso. Al no tener mucha capacidad de almacenamiento en el estómago, va a generar que esa persona tenga mucha dificultad para ganar peso y mantenerlo. De esta forma, su diabetes va a ser mejor controlada. Además, la persona estará más ágil y tendrá más capacidad de poder hacer ejercicio.
Sea la cirugía por sí misma o la pérdida de peso secundaria a la cirugía, se produce una mejoría en el estado general de diabéticos mal controlados.
¿Cuándo está indicada la cirugía metabólica?
La cirugía metabólica está indicada para pacientes diabéticos con obesidad, comorbilidades secundarias y enfermos con un mal manejo de la diabetes. Estos últimos son aquellos que no responden bien a pautas de insulina, hacen muchos picos de hiperglucemias y se descontrolan, para caer posteriormente en hipoglucemias.
¿Cuáles son los resultados de la cirugía metabólica?
Se considera un buen resultado de la cirugía metabólica cuando, tras la intervención, el paciente puede ser capaz de controlar sus niveles de glucosa con un tratamiento estandarizado con insulina en dosis fijas y mantenerlo en el tiempo.
¿Qué riesgos existen con la cirugía metabólica?
Los riesgos de la cirugía metabólica son aquellos relacionados con la anestesia general y las comorbilidades que tiene cada paciente.
¿La Medicina ha sido algo vocacional para usted?
Estudié Medicina por vocación. A lo largo de la formación universitaria, observas lo que te puede gustar más. Todas mis opciones eran quirúrgicas y, al final, pude elegir lo que quería.
Creo que la cirugía, aunque a veces sea amputante, castrante y lleve sangre asociada, resuelve problemas a los pacientes. En muchas ocasiones, los tratamientos médicos se cronifican durante mucho tiempo o no arreglan demasiado. El quirófano sí y, además, es un reto diario.
¿Qué momentos son más difíciles en su profesión?
Cuando atiendes a un paciente casi terminal, me produce desazón informarle diariamente a él y a sus familiares. Suelo tratar de animarle a sabiendas de que no tiene un buen pronóstico. El paciente tiene que tener una pequeña esperanza. Yo querría tenerla en su caso.
¿Hasta dónde contar?
Tienes que contar hasta donde el paciente quiera saber. Debes ir dosificando la información ya que el propio enfermo te la va a ir demandando. No le puedes contar más ni menos de lo que él quiere saber. Hay pacientes que toleran un nivel de realidad muy alto, pero otros no.
¿Y cuáles son los momentos más gratificantes?
Es muy gratificante ver como muchos de tus pacientes reconocen tu esfuerzo. A veces, tengo la sensación de que la sociedad no es consciente de los disgustos y preocupaciones que te llevas a casa.
Forma parte de la Red Sanitaria de Salup. ¿Qué le atrajo del proyecto?
Salup es una compañía con un futuro y unas perspectivas de evolución prometedoras. Valoro el esfuerzo del Grupo PSN por buscar el reconocimiento que el profesional sanitario debería tener. Además, es ilusionante participar porque creo que es un concepto innovador de la asistencia sanitaria privada.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.